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Perseverancia: Vivencias de un Profesor (página 2)



Partes: 1, 2

La ciudad de Chinameca , lugar donde
nací , urbe rodeada de cerros, que forman parte de la
cordillera Tecapa -Chinameca, en la que sobresale el Cerro El
Limbo y la Laguna del Pacayal; con abundante flora, fauna, y
grandes cultivos de cafetal .Su clima fresco y abundante agua,
sus montañas y bosques semejando una túnica verde
que cubría esta zona geográfica. Los cafetales,
grandes pulmones que daban aire fresco y puro, su aroma natural
de cafetal en flor, que aromatizaba a la población
cortadora de café y que servia como fuente de
inspiración de los poetas; lugar donde mi padre me llevaba
a las cortas de café en la época de
temporada.

En tiempo libre me reunía con los
demás niños del barrio y jugábamos trompo,
canicas, elevábamos pizcuchas y algunas veces
jugábamos fútbol.

El seis de mayo de mil novecientos cincuenta y uno;
fecha en que un terremotos de gran magnitud sacudió a la
ciudad de Chinameca, Nueva Guadalupe, San Buena Ventura y
Jucuapa; en esa época tenia cinco años de edad, y
me encontraba jugando con mi hermana, cuando sentimos el primer
movimiento telúrico, vimos como se movía y se
abría la tierra, los árboles y las casas se
caían y esto alarmó a todas las
personas.

El pánico invadió a los niños,
jóvenes y adultos; todos buscamos refugio en algunos
lugares altos de la ciudad.

Existía la creencia de que el Cerro El Limbo iba
a reventar en correntadas de agua, rocas y fuego y se
llevaría de encuentro a toda la población,
incluyendo las viviendas; pues nuestros antepasados creían
que el Cerro El Limbo estaba sostenido por cuatro pilares
gigantes de oro puro y que al no soportar el peso y con el
temblor de gran magnitud, estos cederían y la ciudad de
Chinameca quedaría sepultada.

Según contaban los ancianos de esa época,
el Cerro El Limbo, hacia años que estaba por reventar;
pues estaba enojado porque según la tradición y las
creencias, cada año le llevaban un niño
recién nacido y lo sacrificaban en el cráter de la
laguna del Pacayal para que no hiciera erupción, pero que
hacia bastante tiempo que los pobladores no hacían tal
sacrificio.

Primeros
estudios

Crecí en el Barrio de San Juan , y cerca de mi
casa como a dos cuadras vivía una maestra empírica,
con un carácter fuerte y con deseo de servirle a las
demás personas ; tenia la vocación de
enseñar a leer y escribir, y a su casa llegaban cipotes de
mi edad a recibir clases gratis ; era la niña María
Adriana como cariñosamente le decíamos ; utilizaba
el método memorístico y el libro de Mantilla no
debía de faltar acompañado de un puntero para ir
señalando las sílabas.

Esta maestra empírica muy conocida y querida por todos,
le enseñó las primeras letras a una cantidad de
profesionales que aun la recordamos con cariño y
estima.

A esta escuelita asistí unos seis meses y
rápido aprendí a leer, escribir y las operaciones
básicas de sumar, restar, multiplicar y
dividir.

A los siete años de edad, me matricularon en
primer grado en el Grupo Escolar Alberto Sánchez de mi
ciudad natal y tuve una maestra muy activa, inteligente, amable y
especialista en dar clases a niños de primer grado;
cariñosamente le decíamos niña Evita
Cáceres , siempre nos inculcaba los buenos hábitos
y hacia énfasis en la inteligencia y la
perseverancia.

Desde el segundo hasta el sexto grado lo estudié
en la Escuela Anexa Fernando Pacheco, bajo la orientación
de una maestra que me forjó muchos valores y virtudes; en
sus clases dedicaba una parte formativa y nos daba ejemplos de
niños que salían adelante por ser perseverantes;
era la niña Margarita Anaya, que siempre predicaba con el
ejemplo; de estatura alta, cabello rubio, con alto
espíritu de servicio y con práctica de
valores.

Progresaba en mi mente el deseo de superación, de
sacar adelante a mi familia, y una de mis fortalezas era ser
perseverante como me lo habían inculcado mis primeras
maestras.

Logré matricularme en el Plan Básico, lo
que es equivalente al Tercer Ciclo de ahora, el cual ya
funcionaba en Chinameca y su duración de tres años
de estudio.

El uniforme era beige y sobre la costura externa del
pantalón llevaba una vena negra; zapatos negros, la camisa
manga larga del mismo color que el pantalón y en los
hombros o mangas se le bordaba una estrellita negra por cada
grado estudiado; una corbata negra y un cincho negro.

Era una educación completa, teníamos un
maestro para cada una de las asignaturas: música, dibujo,
inglés, ortografía, moral, urbanidad y
cívica, manualidades y las demás asignaturas
propias del pensum educativo.

Al terminar de estudiar el Plan Básico ;
aproveché la oportunidad de que en Chinameca , gracias a
la iniciativa del Profesor Luís Samuel Cáceres,
funcionaba la Escuela Normal , centro al que asistían
alumnos de diferentes departamentos del país y sólo
tenían que estudiar tres años después del
Plan Básico para salir graduado de maestro
normalista,.

En esta Escuela Normal se enseñaban las
diferentes corrientes de la didáctica , Pedagogía,
filosofía y sociología, dando énfasis a
María Montesori, Juan Amós Comenio, Pestalozzi,
Juan Jacobo Rousseau, Emilio Durkheim, y otros.

Con estos conocimientos se fortalecía al futuro
maestro en conocer al ser humano y hacer de él un
individuo pensante.

Me matriculé en este centro educativo y
aquí conocí a maestros y compañeros
estudiantes de diferentes cantones, Ciudades y departamentos;
amplié mi círculo de amistades de las cuales
conservo algunos amigos y amigas.

En el año de 1967 egresé y luego me
sometí a los exámenes privados de científico
y pedagógico, los cuales aprobé y me gradué
de Profesor Normalista el mismo año.

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Escuela Normal de Chinameca.

Promoción 1967.

En la época en que me gradué había
una gran cantidad de maestros sin nombramiento oficial y tuve que
esperarme hasta que llegó mi turno en el año mil
novecientos setenta.

En el transcurso de 1968 a 1969 tuve que irme a trabajar
a San Salvador .Trabajaba en el día en una fábrica
y a la vez daba clases en la escuela nocturna Fabio Castillo de
la ciudad de Ilopango, siendo Director el Profesor y Licenciado
Guadalupe Solórzano.

En esta situación me encontraba cuando me
nombraron por primera vez como Profesor auxiliar interino en la
escuela del cantón Llano El Ángel de Ciudad Barios
del departamento de San Miguel, en el primer semestre del
año mil novecientos setenta.

Mi primer
nombramiento

Primer semestre de 1970

Comenzaba una mañana fresca, y la brisa agitaba
las flores de mi jardín, botando algunos pétalos de
rosas, margaritas, claveles y narcisos que se juntaban con las
del jazmín.

Me había levantado temprano para leer en el
periódico las noticias más importantes; buscaba
día a día el informe del Ministerio de
educación con el listado de los nuevos maestros que
serían nombrados con Ley de Salario. Terminando de leerlo
estaba cuando llegó el señor Alfredo, un amigo y
vecino a cuya dirección me llegaban las
encomiendas.-

Sonriendo y con una gran alegría que se le notaba
en su rostro, se me acercó y levantando la mano derecha me
mostró un sobre rotulado por el Ministerio de
Educación.

Me entregó un correograma en donde decía
que el ministerio de Educación me nombraba como profesor
auxiliar interino de la escuela Rural Mixta del cantón
Llano El Ángel de Ciudad Barrios, departamento de San
Miguel.

En ese momento sentí una inmensa alegría,
la que transmití inmediatamente a mi familia; púes
ese era mi primer nombramiento y tenia aproximadamente como dos
años de estar esperando la oportunidad.

Después de darle las gracias a Dios, y al
señor Alfredo por haberme entregado en su oportunidad el
correograma, lo primero que hice fue buscar un mapa y ubicar el
lugar; primero San Miguel, después Ciudad Barrios y en
éste el cantón Llano El Ángel.

Luego consulté si llegaban buses al lugar de
destino.

La ruta era salir de Chinameca, llegar al desvió
de Moncagua y luego abordar el bus hacia Ciudad Barrios, el cual
continuaba a otro pueblo mas al norte.

Después de comunicarle a mi familia y hacer un
plan de viaje, tomé mi maletín con ropa de cama y
de vestir, me despedí y me encaminé a la Terminal
de buses que está enfrente del parque federal de mi
municipio.

Me subí en un bus viejo que su recorrido era de
Chinameca a San Miguel; era un armatoste grande, color verde y
amarillo

Pálido, erosionado por el tiempo, repleto de
pasajeros, y en cada desvío bajaba y subía
pasajeros, hasta que llegamos al desvío de Moncagua, donde
me bajé para esperar el otro bus.

Fue una larga espera, casi dos horas pues los buses en
ese tiempo eran escasos. Tenia que aparecer del Oriente, ya que
éste venia de San Miguel; ya estaba desesperado en el
desvió de Moncagua, cuando vi aparecer un bus de color
verde con franjas blancas a los costados y con la leyenda "La
Perla de Oriente", con una parrilla de hierro corroído por
el moho en el techo y escaleras a los lados.

El bus se detuvo y se parqueó a un lado de la
carretera, me subí y luego siguió su marcha hasta
llegar a Moncagua, de aquí salió con ruta a Ciudad
Barrios.

La carretera estaba en pésimas condiciones, y los
viejos hierros rechinaban, a veces teníamos que bajarnos
para empujar el bus, pues el antiguo motor de éste ya no
resistía y a veces se quedaba varado esperando que pasara
otro automotor o una yunta de bueyes para que lo
empujara.

Era un camino angosto, en algunas partes estaba
empedrado y en otras era de tierra suelta, sin
balastre.

Trepábamos y bajábamos cuestas, a tal
grado que el motorista y el cobrador se bajaban a colocar grandes
cadenas de hierro a las llantas del bus, para que éstas
pudiesen agarrarse en el blando barro. Se pasaban algunos
riachuelos y una cascada donde se arrastra un manantial de agua
transparente, semejando una diadema de perlas que baja del cerro,
como una larga cabellera de plata iluminada por la luz de la luna
llena, que da vida a grandes huertos y a otros
sembríos.

Llegamos a Ciudad Barrios, el bus se estacionó
por una hora en la Terminal buscando más pasajeros y luego
continuó su ruta.

Llegamos al cantón San Matías y como a
treinta minutos, por fin llegamos al cantón de mi destino:
Llano el Ángel.

El cobrador gritó: "los que vienen para Llano el
Ángel, ya llegamos "; el bus se detuvo, y los pies me
temblaban para bajar la parrilla porque se me habían
dormido las piernas; me bajé y el bus continuó su
recorrido.

La escuela estaba a la orilla de la calle, en la que
trabajaban tres maestros, pero solo encontré a dos ya que
la maestra, la niña Celina quien estaba con permiso por
alumbramiento de su hijo, era a quien iba a sustituir
interinamente.

Me recibió Don Chabelo, un Profesor de estatura
pequeña, de complexión delgada, de piel morena,
inteligente, amable y cortés; este maestro era originario
de la República de Honduras y que por motivos desconocidos
se encontraba trabajando como Docente en esta escuela. Lo
saludé y le mostré mi correograma en donde
decía que me nombraban como maestro interino en ese centro
educativo.

Al leerlo, me dio la bienvenida, me presentó con
la otra maestra y con algunos alumnos y padres de familia que se
encontraban en la escuela cocinando los alimentos para los
alumnos, ya que existía un programa de alimentación
para esa comunidad educativa.

Tomé posesión de mi cargo, y me asignaron
el segundo grado con 35 estudiantes.

Mis alumnos en su mayoría eran descalzos, mal
vestidos, panzoncitos por la desnutrición, reflejando
así la pobreza en la que Vivían.

En esa época también nos visitaba el Padre
Monroy, que era un sacerdote filántropo y altruista, que
llevaba a las diferentes comunidades alimento espiritual y
material.

Don Chabelo vivía en Ciudad Barrios y él
era el sub.-director de la escuela, por ayudarme para que no me
quedara en el cantón, alquiló un cuarto más
grande y me dio pupilaje.

Por las tardes salíamos a observar los grupos de
jóvenes, niños y adultos que venían de las
haciendas y fincas de café, con sus haces de leña y
puchitos de café que durante el día habían
pepenado.

Era hermoso ver los cerros, cubiertos con un manto de
colores diversos, como una sombra gigante que protege a sus
laboriosos habitantes, perfumándolos con el aroma de sus
frescas flores del naranjal y el cafetal.

Pasaron los 3 meses de mi primer interinato, terminaba
mi trabajo en el cual solo ganaba 150 colones al mes; me
despedí de Don Chabelo y de la otra maestra, no así
de la niña Celina a la que nunca conocí; ya que
ella todavía no se había presentado a la escuela
.

Los alumnos me hicieron una bonita despedida, la que
siempre recuerdo con cariño.

Fue un día viernes como a las tres de la tarde
cuando regresé a mi bella ciudad de Chinameca.

Cantón El
Delirio de Ozatlán

Segundo semestre de 1970

En el mes de septiembre de 1970, se me nombró
Director en propiedad de la Escuela Rural Mixta del cantón
el Delirio, jurisdicción de Ozatlán, departamento
de Usulután.

La satisfacción me invadió
provocándome gozo y alegría, ya que era un
nombramiento con Ley de Salario, un nombramiento fijo que
sólo me lo podían quitar si renunciaba o si
incumplía el Reglamento.

También la felicidad llego a mí familia,
pues me había graduado de Profesor Normalista en el
año de 1967 y no había tenido ninguna oportunidad
de trabajar con Ley de salario, salvo el interinato que acababa
de terminar.

Por la noche no pude dormir y sólo me preocupaba
lo que encontraría en ese lugar.

Al día siguiente me levanté a las 5:00 de
la mañana y después de asearme y tomar mi desayuno
me despedí de mi familia.

Abordé el bus y le dije al cobrador que por favor
me bajara en el desvío de Ozatlán; luego me
acomodé en un asiento de la parte trasera cerca de la
ventana para ir viendo el paisaje.

Primero llegamos a la ciudad de Jucuapa, que se
encuentra a 15 minutos de Chinameca. Es una ciudad de clima
fresco, ordenada, con su mayoría de casas nuevas y mixtas.
Esta ciudad la reconstruyeron; ya que sufrió la envestida
del terremoto de 1951.El comercio de esta urbe es fluido, debido
a sus vías de comunicación con los pueblos
vecinos.

Por fin llegamos al desvió de Ozatlán y un
poco soñoliento me bajé del bus, le pregunté
a un señor de sombrero agachado que se encontraba en el
desvió, ¿cuál es la calle que conduce a
Ozatlán? y él me señaló con el dedo
índice de su mano derecha el lugar y me dijo que caminara
como tres kilómetros cuesta abajo en una calle empedrada y
que luego llegaría al pueblo

Comencé a caminar por una calle mal empedrada
cuesta abajo, hasta que llegué a la Villa de
Ozatlán.

La primera que encontré, fue una señora de
edad avanzada con su cabeza blanca como el algodón, con su
vestido largo hasta los tobillos, de un color blanco impecable,
parecía como que venia de un acto religioso, tenía
aproximadamente unos 75 años de edad .

Después de saludarla le pregunté por el
señor Alcalde, y me dijo que el Alcalde era el
dueño de la única farmacia que estaba frente al
parque. Eran aproximadamente las once y media de la mañana
de ese día martes.

Llegué a la farmacia y encontré a un
hombre de buena apariencia, amable, de complexión fuerte,
de estatura pequeña, con lentes gruesos; sus ojos
pequeños y redondos demostraban su astucia como
comerciante y gobernante, vestido de camisa mangas larga de color
blanca y con una sonrisa que demostraba la sinceridad y seguridad
de sus hechos .

Después de saludarlo le pregunté:
¿usted es el señor alcalde? y él, amable y
cortésmente me contestó que si.

Me presenté con él y le mostré el
Correograma, le solicité información de cómo
llegar al cantón El Delirio, le dije que era originario de
Chinameca y que no conocía el cantón.

Me contestó que el Sub.- Director de la escuela
del pueblo era mi paisano y que lo buscara en la Oficina de
Agricultura y Ganadería que estaba contiguo a la
alcaldía, con el fin de que me apoyara.

Llegué al lugar indicado y después de
esperar unos diez minutos, apareció el Profesor Miguel
Ángel Portillo, éste se desempeñaba como
Sub. -Director de la Escuela de Varones y amablemente me
recibió extendiéndome la mano.

Platicamos un rato y luego me condujo al lugar donde
él vivía; ahí me presentó con la
dueña de la casa, y formalizamos un contrato para
pupilaje.

Al día siguiente me trasladé
acompañado de unos alumnos que eran del cantón el
Delirio; pero que estudiaban en el pueblo.

Caminamos, salimos del pueblo y pasamos por una quebrada
seca donde se veía aún el rastro de las crecientes
de agua que pasaban por ese lugar ; luego continuamos por una
vereda, por lomas, más bien huatales o potreros ya que se
veía gran cantidad de ganado pastando en las laderas
enverdecidas por grama; solo había sombra de los
árboles de tempate que servían de cerca con alambre
de púas, después de una hora y media de recorrido
llegamos al cantón .

Localicé un señor que llevaba unos bueyes
a darles de beber agua y le dije que yo era el nuevo profesor que
venia a trabajar en la escuela.

Me indicó que la escuela estaba frente a mi y que
no tenía rótulo porque estaba
abandonada.

Era un ranchito de unos 36 metros cuadrados, sus paredes
de varitas de maicillo, sin patio, su techo de teja, y estaba
compartida como vivienda por una anciana de 80 años
aproximadamente; después de saludar a la anciana y
explicarle que era el nuevo profesor, me abrió el tapesco
que servia de puerta y encontré una mesa de madera podrida
y vieja, unas diez sillas de madera, quebradas y sin pintar, todo
estaba sucio, lleno de estiércol de gallinas y basura por
todos lados. Lo primero que hice fue limpiar la casa, luego
salí a reclutar alumnos a las casas vecinas y a avisarles
a las personas que a partir de ese día ya iba a funcionar
la escuela.

Logré matricular a 12 estudiantes; pero al
día siguiente llegaron 15 alumnos más, haciendo un
total de 27; algunos recibieron las clases sentados en el suelo,
mientras que el resto llevaba su silla. Yo era el director,
profesor y ordenanza.

Formé la Directiva de Padres de Familia, y con
suerte; los que quedaron como directivos eran personas activas y
responsables, solo necesitaban la orientación para hacer
mejoras en el centro educativo y en el cantón.

Se elaboraron proyectos como: Reparación del
camino vecinal que conduce del cantón El Delirio al pueblo
, compra del terreno y construcción del edificio de la
escuela , introducción de agua potable, energía
eléctrica y otros.

Entre los directivos que mas recuerdo por su
colaboración están: señores Lorenzo
Ramírez y sus hermanos, Julio Nieto, Narciso Ayala,
José Benítez, Cristina Ayala, Humberto
Juárez, Rodolfo Juárez, familia Gonzáles y
otros; quienes confiaron en mí y realizamos algunos
proyectos de mejoras del cantón.

Comencé a trabajar con primero y segundo grado,
no por falta de alumnos si no por el espacio reducido y por ser
maestro único nombrado en esta escuela.

En ese entonces los maestros trabajábamos
mañana y tarde y los sábados por las
mañanas. Con la Directiva efectuábamos rifas,
bailes y solicitábamos colaboración a los
demás padres de familia; el tesorero era Don Julio Nieto,
una persona seria, honesta, responsable, honrado y el presidente
Don Lorenzo Ramírez, persona líder del
cantón.

Necesitábamos tener fondos económicos para
llevar a cabo los proyectos, tomamos la decisión de hacer
rifas, bailes, reuniones, encuentros deportivos, carreras de
cinta, juegos como el palo encebado, carrera de encostalados,
celebraciones del Día de la Cruz, solicitar donaciones a
las personas altruistas, y otros.

El día de la Cruz se celebraba con un gran baile;
el torito pinto y música, cohetes, carreras de cinta,
payasos, canciones, poemas, etc. era una fiesta que se celebraba
en la escuela con la participación de todos.

Todas estas actividades las hacíamos en conjunto:
los padres de familia, alumnos, maestros y todos los vecinos de
los demás cantones.

Después de dos años de actividad compramos
un terreno de 500 varas cuadradas y gestionamos la
construcción del edificio de la escuela, que fue aprobada
por el Ministerio de Educación, pero teníamos
problema de que no había camino amplio y en buenas
condiciones para transportar el material hasta el cantón.
Se organizó la comunidad, niños, Jóvenes y
adultos con piochas, palas y azadones y comenzamos a ampliar el
camino hasta que logró pasar el camión con el
material.

Se logró la construcción de un edificio
3-3-6 para albergar a tres profesores y atender seis
grados.

Solicitamos dos maestros más para atender de
primero a sexto grado.

Conocí las fortalezas, las debilidades, las
oportunidades y las amenazas de los campesinos, su cultura,
gustos y preferencias.

Ya comenzaba una época difícil;
púes en el pueblo se hablaba de la impunidad de
funcionarios y empleados públicos; de espionaje y
predisposición de ciertos comandantes locales, y que
acompañados de algunos jefes de ANTEL y comandantes
cantonales, convirtieron sus funciones en azotes del pueblo; y
más que todo en contra de los Profesores.

El magisterio se comenzaba a organizar y juntamente con
los transportistas efectuaban paros de labores y de
transporte.

Lo anterior me abrigó más la esperanza de
agilizar mi traslado a otro lugar donde poder continuar con mis
estudios.

En ese tiempo había confianza en los maestros,
respeto y moralidad; púes éste era como dice el
dicho "el que repicaba y daba la misa en el cantón",
cuando alguien se enfermaba llegaban a consultarle al maestro y
éste con gusto les indicaba que hacer.

Se llegó a considerar al maestro como el segundo
Padre de los niños que asistían a la
escuela.

Las fiestas que se hacían para recaudar fondos
eran bien organizadas; casi siempre se llevaba "El conjunto de
Los Mata" pues sus integrantes eran del Cantón Hule
Chacho, cantón cercano a Jiquilisco.

Era hermosísimo ver, aquel grupo de personas
colaborando todos y bailando al son de la música, la
chanchona, los pitos y las maracas.

Las hembras lucían sus trenzas y su cabello largo
con chongas de colores a los lados de su cabeza, con sus vestidos
hasta los tobillos y de colores fuertes; los varones con su ropa
holgada, su cabello corto y bien ordenado.

Se percibía una mezcla de olores de diferentes
tonos, pero sobresalía el jazmín y el olor a
rosas.

Por ser el Director de la escuela era el primero en
comenzar el baile y darles confianza e iniciativa y detrás
de mi, se incorporaban los demás.

Esta ocasión la utilizaban para elegir a su
pareja, a su futura esposa o esposo.

Viajaba todas las tardes a dormir al pueblo, donde
teníamos una habitación juntamente con el
agrónomo, el subdirector del pueblo y un compañero
maestro del cantón El Delirio.

A veces salíamos a la calle a platicar con los
amigos o nos quedábamos en la habitación escuchando
música.

En ese tiempo conocí al profesor Paniagua,
éste trabajaba en el cantón La Breña,
más lejos que el cantón El Delirio, trabajaba y
estudiaba en Usulután y me invitó a seguir
estudiando.

Hasta ese momento yo estaba truncado, me había
olvidado de continuar estudiando, por las faenas de mi trabajo y
el gran amor que les tenía a esas personas, me
sentía bien identificado y sus problemas eran
también míos.

Tomé la decisión y fue así como me
inscribí en el Colegio Centenario de Usulután y
acompañé al profesor Paniagua hasta que me
gradué de Bachiller Académico el día
veintiocho de febrero del año 1977.

Esto me estimuló más el espíritu de
superación; aunque veía difícil la forma de
como salirme del cantón.

Pero un día sábado por la tarde que me
reuní con el profesor Juan Antonio Moreira, este me
presentó con un profesor que quería permutar
conmigo .Y fue así como se me presentó la
oportunidad de hacer una permuta para el Caserío El
Coyolito, jurisdicción de Tejuela del departamento de
Chalatenango. Los alumnos y padres de familia me hicieron una
despedida donde hubo lágrimas y risas de felicidad y de
tristeza.

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Alumnos de la escuela rural mixta del
cantón El Delirio, Ozatlán,
Usulután

Caserío el
Coyolito /Tejutla/Chalatenango

Febrero 1978

Me presentaron al Profesor Guandique, la persona con
quien iba a permutar; él se vendría para la zona
oriental y yo me trasladaría a un departamento que nunca
había visitado; era precisamente Chalatenango.

Me abrigaba la esperanza de que aquí talvez
pudiera tener más acceso o mayor posibilidad de poder
seguir mis estudios universitarios.

Después de formalizar el trato, pasamos a la
parte legal, cada uno con sus papeles de rigor.

Visitamos el Ministerio de Educación y nos
entregaron el correspondiente documento en donde quedaba en
vigencia la permuta. Un día después viajé en
el bus que hacía su recorrido de Chinameca a San Salvador;
se llamaba La Acosta, y salía a las dos de la
mañana. Se tardó como tres horas y media en el
trayecto. En San Salvador, abordé el bus de la ruta 125
que va a Chalatenango pasando por el puente Lempira hoy
Colima.

Este está sobre el río Lempa, donde se
ubica el embalse del Cerrón Grande y dando origen al
primer lago artificial de El Salvador: el Lago de
Suchitlán.

Es un paisaje hermoso y sus aguas límpidas
reflejan al atardecer diversos colores como el arco iris, como
los rayos de un Diamante y zafiro; su exótica flora y
fauna, especies que dan vida en este paraíso terrenal. Y a
lo lejos se veían desfilar canoas con pescadores que
llevaban el sustento de su familia y las bellas señoritas
comercializando la tilapia, mojarra, olomina y su famosa pupusa
de pescado.

La escuela estaba a orilla de la carretera, y al llegar
encontré a tres profesores laborando.

Me identifiqué con el Sub.-Director;
aclarándole que llegaba en sustitución del
Director; quien gustosamente me dio posesión de mi
cargo.

Era un nuevo ambiente; nuestros alumnos eran:
lugareños, olomegos, y hondureños;
atendíamos desde el primero al sexto grado, con culturas
diferentes.

Dentro del personal docente estaba el Profesor Eduardo;
una persona muy conocida y que jamás le faltaba su
motocicleta como medio de transporte; famoso jugador de un Club
Deportivo, quien debido a su disciplina era fuerte, robusto y
atlético. Muchas veces íbamos a observar las faenas
de las personas, el atardecer, el amanecer, a nadar y pescar en
el lago de Suchitlán.

Mi estadía aquí fue poca ya que una noche
como a las 7:00 P.m. tuve la visita del señor Supervisor
Escolar de la zona, el Profesor Carlos Quijada a quien por su
amabilidad y carisma le decían Quijadita. Pequeño
de estatura, delgado, piel blanca, cabello ondulado; tenia la
chispa de un jovencito.

Al cien por ciento de los maestros bajo su
jurisdicción los mantenía ocupados en diferentes
talleres, conjuntos musicales, clubes y otros. Era habilidoso
para tocar la guitarra y cantar y, él era el primero en
participar en los diferentes clubes. Yo pertenecía al
grupo de danza folklórica, y el maestro que nos
enseñaba era un artista que le decían "El Indio
Cuzcatleco".

Me hizo el planteamiento de que renunciara a la
Dirección de la escuela y que me trasladara como Profesor
auxiliar de tercer ciclo al Cantón las Cañas
jurisdicción de la Reina del mismo departamento. Propuesta
que acepté a condición de que me dieran una beca
para la Ciudad Normal "Alberto Masferrer"; promesa que fue
aceptada bajo las condiciones estipuladas.

Me reuní con el personal docente, alumnos y
padres de familia, los cuales me hicieron una bonita despedida,
en donde me mostraron el aprecio que me había ganado en
poco tiempo de estar en esa comunidad.

Cantón Las
Cañas/ La Reina/ Chalatenango

Agosto de 1978

El día lunes hice el mismo recorrido con la
diferencia de que ya no me quedaba en el caserío El
Coyolito.

Me bajé del bus en el desvió de Amayo y
caminé como tres kilómetros y medio aproximadamente
sobre la calle que conduce a Nueva Concepción.

Después de caminar vi la escuela; un
edificio moderno ubicado a la orilla de la carretera donde
funcionaba Parvularia y Educación Básica hasta el
noveno grado.

Yo llegaba de profesor auxiliar de Tercer Ciclo
Básico.

Me dirigí a la Directora Profesora
Irma Juventina; persona simpática, amable, siempre se
mantenía joven haciendo alarde de su nombre Juventina;
poetiza y de fluido vocabulario. Me dio posesión y me
asignó como orientador del noveno grado. Tenía como
compañero al Profesor Alfredo, maestro, emprendedor que me
proporcionó el apoyo necesario para mi estadía .Los
alumnos de este lugar, eran ganaderos y agricultores.

En vacaciones estudiaba en la Ciudad Normal
"Alberto Masferrer" la que funcionaba en el Sitio del
Niño; aquí estaba gozando de la beca que me
habían ofrecido.

Me daban estudio, pupilaje,
alimentación y transporte para San Salvador;
habíamos alumnos de diferentes departamentos del
país.

Posteriormente me gradué de Profesor
Docente Dos en la especialidad de Humanidades el veintiuno de
diciembre de 1981.

Eran los primeros meses de 1980 y, en ese
entonces se da la guerra civil de El Salvador, la cual
duró de 1980 a 1992 durando 12 años de sufrimiento.
Esta se daba entre la Fuerza Armada de El Salvador (FAES) y el
Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional
(FMLN) dando como resultado aproximadamente 75000 muertos y
desaparecidos.

En el trayecto de mi camino, desde el
Cantón las Cañas jurisdicción de la Reina,
departamento de Chalatenango hasta Chinameca en el departamento
de San Miguel, era común ver en los desvíos de San
Vicente, Santa Clarita, Aguilares, Guazapa y otros lugares;
cuerpos humanos mutilados, esparcidos por los alrededores de las
carreteras; cuerpos colgados, amarrados de pies y manos, sin
cabeza.

Era insoportable y una aventura viajar en tal
situación.

En algunas ocasiones me vi envuelto en
enfrentamientos en los que el motorista y sus pasajeros
sufrían balaceras, en donde algunos civiles quedaban
heridos y otros muertos. Fui testigo de horrendos choques de
vehículos, viendo esparcidos en la calle los cuerpos de
las personas.

En el desvió de Santa Anita cerca de
San Vicente, existen dos cerros y en medio pasa la carretera,
lugar propicio para los enfrentamientos. En un cerro se colocaban
los soldados y en el otro los guerrilleros; las balas pasaban
como brasas casi a la altura de un metro del techo del bus;
éstas cruzaban el aire como una lluvia de luceros,
sintiéndose el estruendo de las armas, la gritolera de los
soldados y los guerrilleros. Esto sucedía en varias
ocasiones .Me preocupé ; ya era imposible viajar por el
peligro que se corría en la carretera y opté por
solicitar mi traslado para una escuela de la zona oriental donde
conocía y estaría mas cerca de mi
familia.

Visite el Ministerio de Educación y
específicamente al departamento de Recursos Humanos que
eran donde daban los nombramientos y traslados, me
entrevisté con el encargado y

le expuse mi caso y el riesgo al que me exponía.
Al principio se puso renuente; pero dos días
después me entregó el correograma de mi traslado
para la escuela Dolores de Jesús Montoya de Santiago de
María del departamento de Usulután.

Monografias.com

Alumnos de la escuela rural mixta del
cantón Las Cañas, jurisdicción de La Reina,
departamento de Chalatenango.

Escuela Dolores
de Jesús Montoya/Santiago de
María

Junio 1980

Santiago de
María.

Una ciudad con clima fresco, rodeada de cerros cubiertos
de una extensa flora y fauna; casas con bonitos jardines, grandes
y bien pintadas. Estas eran pocas ya que en su mayoría
había grandes mesones de bahareque donde vivía el
grueso de la población. Al llegar al parque observé
que la mayoría de sus visitantes, vestían coloridos
suéteres, chumpas y gorros de lana cubriendo sus cabezas;
venían saliendo de misa; pues enfrente del parque
está la iglesia Católica.

En la Dirección de la escuela encontré a
la Directora, la niña Fanny, persona de fino vocabulario,
con notable ética profesional; se observaba en ella su
fina cultura; disciplinada y estricta con alumnos y maestros. Me
presentó con la comunidad educativa y me asignó el
noveno grado. Los alumnos en su mayoría eran de familias
pobres económicamente; de clase social baja.

Creí necesario aprovechar la cercanía de
mi trabajo a los centros de educación superior y me
matriculé en la Universidad Modular Abierta de San Miguel
en la facultad de Ciencias Económicas de la cual me
gradué de Profesorado en Ciencias Económicas en el
año de 1988.

El problema de la guerra se estaba agudizando
más; el peligro aumentaba cada día y yo
tenía que viajar para mi casa en Chinameca; esto me
obligó a solicitar mi traslado para otro centro
educativo.

La situación se me volvía
problemática porque dejaba a unos cien alumnos a medio
año; sin embargo en esa ocasión empezaba la
Regionalización de Educación y en una visita que
realicé al ministerio de Educación, me concedieron
el traslado como profesor de planta de la Escuela de Varones
Confederación Suiza de San Miguel; pero con la
condición de que tomara posesión del cargo y que de
inmediato se me destacara en la Región Oriental de
Educación con cede en San Miguel como Colaborador
Técnico.

Monografias.com

Alumnos de la escuela Dolores de
Jesús Montoya de Santiago de María,
Usulután

Complejo
Educativo Confederación Suiza, San
Miguel

Septiembre de 1984

Nombrado en la Escuela Confederación Suiza de San
Miguel; pero destacado como colaborador Técnico con sede
en la Gerencia de la Región Oriental de Educación;
era el momento preciso para continuar con mis
estudios.

Estudiaba en la Universidad Modular Abierta los
días sábados, domingos y los días de
vacación.

Después de haberme graduado de Profesor en
Ciencias Comerciales, continué con la Licenciatura en
Administración de Empresas, obteniendo mi titulo
Correspondiente el veintisiete de mayo del año
1994.

Al presentarme a la Gerencia de Educación, me
ubicaron como colaborador Técnico, luego como Jefe del
departamento de Infraestructura de Educación. Una de mis
funciones era investigar, analizar y priorizar las necesidades de
los centros escolares, atender a las comunidades educativas que
presentaban solicitudes de los departamentos de San Miguel,
Usulután, Morazán y La Unión.

Para agilizar los trámites, tenía como
nexo al Profesor Roberto Alemán Osorio, que trabajaba en
la Dirección de Infraestructura Educativa a nivel Nacional
y que era originario de Chinameca. Atendíamos solicitudes
relacionadas a Construcciones de escuelas, canchas deportivas,
muros de contención, servicios sanitarios, dotación
de pupitres y material didáctico.

En el año de 1988 se me da la función de
Auditor Regional de la Zona Oriental de Educación y me
asignaron 4 colaboradores, uno por cada departamento.

Realizábamos auditorias administrativas,
financieras y de personal.

Visitábamos las escuelas públicas y los
institutos Nacionales con el objetivo de darles asesoría
para el buen funcionamiento de su centro escolar.

En una ocasión me delegaron para que fuera a
recibir la construcción de la escuela del cantón
San Felipe, jurisdicción de Pasaquina en la Unión y
que al mismo tiempo se haría la inauguración. Me
acompañaba el Ingeniero constructor, el motorista y un
auxiliar de la oficina.

Llegamos sin novedad y se realizó el acto de la
inauguración; no sin antes estar esperando al señor
cura para la bendición del local y éste nunca
aparecía porque la guerrilla lo tenía detenido como
dos cuadras antes de llegar a la escuela.

El sacerdote no había llegado y las autoridades
estaban preocupadas, los invitados ya estaban desesperadas,
reunidos esperando la misa; era una situación
difícil; pero el motorista que me acompañaba se
ofreció a dar la misa y la bendición del
edificio.

En los preparativos estábamos, cuando
apareció el verdadero sacerdote, y procedió
normalmente a su oficio.

Después del refrigerio dispusimos ir a cenar al
lado de Honduras, solo nos pasamos el puente Goascorán y
llegamos a la tienda libre que es muy conocida en ese lugar. Eran
aproximadamente las 7 Pm. cuando sentimos los
bombazos.

La mitad del puente que corresponde a El Salvador
quedó a oscuras; nos regresamos de inmediato.

Logramos pasar al otro lado de nuestro territorio y
escuchamos más seguido las explosiones.

Enfrente de donde está el puente que sirve de
límite, se encuentra un cerro donde la guerrilla disparaba
sin cesar.

Caía la gente civil y militar, guardias
nacionales, soldados, policías, guerrilleros y personas
civiles destrozados, heridos y ensangrentados.

Fue toda una masacre, botaron casi todos los puentes de
acceso; el lema de ese enfrentamiento era "Hasta el
Tope"

Regresamos a la bodega que tenía el ingeniero
constructor en Pasaquina y nos encerramos.

Al tercer día de estar en esas condiciones; solo
se sentían rumores y decidimos salir a la
calle.

Vimos un guerrillero francotirador que estaba en lo
más alto de la iglesia; de repente apareció un
guardia nacional de civil y le disparó matándolo
inmediatamente.

Nos habíamos quedado sin la batería del
Vehículo porque había sido utilizada por los
guardias Nacionales para hacer funcionar el comunicador de su
patrulla; pero obtuvimos otra prestada e hicimos el viaje de
regreso para San Miguel.

En la punta de la antena del radio del vehiculo,
amarramos un pañuelo blanco en señal de paz y
emprendimos el regreso.

Una semana después, atendiendo solicitudes de las
escuelas de la zona norte de Morazán, Corinto y otros
cantones; realicé un viaje de inspección, siempre
acompañado de mi colaborador.

Llegamos en el vehículo oficial al cuartel de
Gotera; nos presentamos con el jefe de la zona y nos mandaron al
campo donde tenían los helicópteros. Nos subimos y
en el iba el piloto y dos soldados más, uno en cada puerta
con sus cananas cruzadas en el pecho y su equipo de armas
largas.

Después de algunas indicaciones que nos dio el
piloto, el helicóptero se levantó y en el lapso de
unos minutos nos encontrábamos volando sobre los techos de
las escuelas destruidas de los cantones ya
mencionados.

Volábamos a una altura en donde las personas y
animales se veían como unos puntitos esparcidos en los
potreros, se veían las luces y se oían los disparos
que la guerrilla le hacía al
helicóptero.

Cada momento que pasaba sentíamos pánico;
pero al mismo tiempo valor y coraje por estar cumpliendo con
nuestro deber.

El piloto nos observaba a cada instante y al notar
nuestra aflicción nos habló en unos Instantes; pero
nosotros no lo escuchamos por el ruido del motor; sin embargo
coincidimos que lo que quiso decirnos era que nos
calmáramos. Después de cumplir nuestra
misión de observar los techos destruidos de las escuelas
de la zona, regresamos a Gotera y de ahí a San Miguel
donde dimos el informe correspondiente al Gerente Regional de
educación, y dimos gracias a Dios por haber regresado con
vida.

En el año de 1989, me nombraron como
Técnico de ODEPOR, que era una oficina de
planificación a nivel de la Región
Oriental.

A los jefes y Técnicos de departamentos en la
región de educación nos mandaban a asesorarnos, nos
impartían seminarios, cursillos y pasantillas en diversos
lugares.

Fue así como logré obtener los diplomas
siguientes: En 1985 "Diploma sobre Estructura del Plan Operativo
Institucional" impartido por la OEA.

En 1988 Diploma "Planificación orientada a
objetivos ZOPP" impartido por la región oriental de
educación.

En 1988 "Diploma de Planificación Participativa"
impartida por la Universidad de Oriente.

En 1989 "Diploma sobre "Gerencia participativa por
objetivos" impartido por FEPADE.

En 1996 "Capacitación sobre Reforma Educativa"
impartido por la UCA.

En mi tiempo libre trabajé como Docente en el
Liceo Tecnológico Manuel Luís Escamilla de San
Miguel, que era un centro dedicado a la formación de
Docentes.

En ésta institución educativa
impartí las asignaturas de: Teoría Educativa,
Orientación Escolar y Ética Profesional.

Otros colegios dónde también laboré
como Docente son: El Divino Maestro, El Corazón de
Jesús y de María, el Instituto Regional de
Computación y Administración; todos ubicados en la
ciudad de San Miguel.

En una reestructuración que se hizo a la oficina
de ODEPOR, mis funciones desaparecieron y una mañana
llegó el Gerente de Educación con el correograma en
mano que decía "Ruégale regresar a la escuela
dónde está nombrado, tome posesión y
comuníquese"

Monografias.com

Alumnos del Complejo Educativo
Confederación Suiza

San Miguel.

Regreso al
Complejo Educativo Confederación Suiza

Así fue, cumplí lo que decía el
correograma, regresé al centro educativo donde estaba
nombrado, tomé posesión de mi cargo como Docente
Dos de la Escuela Confederación Suiza de San
Miguel.

Encontré un personal muy diferente a todos los
anteriores, aquí había de todo ; la mayoría
de Docentes tenía otros títulos, otras carreras ;
habían Abogados, Ingenieros, Licenciados, Master,
Agrónomos , Taxistas y Comerciantes .

La mayoría trabajaba una jornada en
la escuela y la otra en lo particular; pues el sueldo que
teníamos no estaba acorde con el incremento del costo de
la canasta básica y por esta razón la
mayoría de Docentes de las ciudades se dedica a otra
actividad, buscando incrementar sus ingresos para poder subsistir
juntamente con su familia.

Todos los años se celebraban el
Día Internacional de Suiza, haciendo honor al nombre de la
Escuela.

Siempre teníamos la visita del
señor Cónsul de Suiza con su comitiva y todos los
años traía regalos para la Escuela, para los
niños y los maestros.

Uno de los mejores regalos fue la
construcción de un pabellón del edificio escolar
que nos sirvió para mejorar la cobertura
escolar.

Recibíamos al cónsul de Suiza
y a su comitiva con un acto especial, en donde
participábamos maestros, alumnos y padres de familia; era
extraordinario ver la alegría de todos, niños,
jóvenes y adultos relacionándose con las
autoridades suizas.

En este Centro Escolar me nombraron como
Subdirector; rol que desempeñé durante toda mi
estadía, ganándome la confianza, el cariño y
el aprecio de todo el personal docente, padres de familia,
alumnos, autoridades educativas y otros.

En el Complejo Educativo
Confederación Suiza, que así se llama hoy, faltaba
un poco de organización y mejoras en beneficios del
quehacer educativo y de la comunidad en general, se
involucró toda la comunidad educativa y organizamos los
alumnos en diferentes comités, los cuales funcionaron en
un 95%

Se construyó la cancha de
básquetbol, se formó un grupo musical integrado por
alumnos y maestros, se organizó el club de danza, se
mejoró la biblioteca escolar.

Pero el logro mayor fue alcanzar una buena
comunicación entre el Personal Docente, Alumnos y Padres
de familia y por ende una mejor cobertura y calidad en la
enseñanza en el "Complejo Educativo Confederación
Suiza" de San Miguel.

Para entonces yo seguía estudiando
en la Universidad Modular Abierta de San Miguel, después
que egresé, escribí mi Tesis juntamente con dos
compañeros de la misma facultad de Ciencias
Económicas , ésta versó sobre " La
Comercialización del Fríjol de Soya en la Ciudad de
San Miguel", la que defendimos para obtener el titulo de
"Licenciado en Administración de Empresas" .

Monografias.com

Graduación de Licenciados en
Administración de Empresas.

Profesor Francisco Antonio
Ramírez.

Lo anterior me sirvió para poder trabajar como
Catedrático de la Universidad Capitán Gerardo
Barrios y de la Universidad Modular Abierta, las dos con sede en
la ciudad de San Miguel. Llegó el día que
publicaron un Decreto en el cual el Maestro podía
retirarse sin límite de edad; tomé la
decisión y a finales del año 2001, le
comuniqué al personal del Complejo Educativo
Confederación Suiza mi decisión.

Me hicieron una despedida, en la que participaron
Maestros, Alumnos y Padres de familia; realizaron algunos
números artísticos en donde se involucraron
maestros y alumnos, y me entregaron una Placa de Reconocimiento
por mi labor prestada a esa comunidad educativa.

Me estaba retirando con 32 años de servicio y los
últimos años se los había dedicado a esa
comunidad.

En el acto hubo lágrimas, risas, expectativas y
con una gran emoción procedí a decir mi ultimo
discurso: "Señor Director, compañeros maestros,
queridos alumnos, personas invitadas y demás padres de
familia: Comienzo estas palabras como agradecimiento y por su
presencia en este acto, es un momento de felicidad y de tristeza,
un acto en el cual culmina mi carrera como Docente ya que en
ésta he permanecido 32 años sirviéndole a
los Niños, Jóvenes y adultos.

Hoy acude a mi mente, lo que dijo José
Martí: "Educar es depositar en cada hombre toda la obra
humana que le ha antecedido, es hacer a cada hombre resumen del
mundo viviente hasta el día en que vive, es ponerlo a
nivel de su tiempo, con lo que podrá salir a flote sobre
él" . También acude a mi mente la gran cantidad de
niños, jóvenes y adultos que fueron mis alumnos,
que ahora son profesionales, orgullo de su familia y de su
país.

Por siempre recordare aquellas tiernas manos de los
niños que con una sonrisa angelical irradiando amor y
alegría, día a día me saludaban con un hasta
luego Profesor; a los maestros, compañeros con los cuales
conviví en las diferentes aulas, los cuales siempre
recordaré.

También acude a mi mente, los momentos de placer
y de tristeza en los diferentes actos de esta escuela, gracias,
muchas gracias".

Ya no continué con mi discurso por que el aire no
llegaba muy bien a mis pulmones y me sentía desvanecido;
pero volví y con gran impresión y con voz fuerte
pronuncié lo siguiente: "gracias a Dios que me
permitió llegar a jubilarme".

Monografias.com

Acto de despedida del Complejo Educativo
Confederación Suiza, en el día de mi
jubilación.

Mi
jubilación

El primero de Enero del año 2002 comienza mi
jubilación, es mi primer día, y me encuentro alegre
con mi familia y amigos, dándole gracias a Dios por
haberme permitido llegar a esa fechas, ya que son muchos los
compañeros maestros que se quedaron en el camino, y
algunos se anticiparon ante la presencia del
Todopoderoso.

Actualmente me estoy perfeccionando en la
Cibernética y me dedico a mi empresa, donde por inercia,
continúo con la didáctica y la pedagogía,
colaborando en el desarrollo de niños, jóvenes y
adultos en la asesoría laboral y empresarial, impartiendo
cursos de computación y otros afines.

Tuve que subirme en el último vagón del
tren de la globalización para no quedarme atrás;
tenía que ponerme al corriente de la
tecnología,

Cuento con el apoyo de mi familia, la cual es unida y
progresista.

Un día de estos mirando uno de los recuerdos en
el escritorio de mi oficina, observé una placa de
reconocimiento la cual está hecha de vidrio en forma de
una gota de agua pura y cristalina; pareciese estar formada por
diamante de gema; por el valor que para mí y mi esposa
significa.

La que me fue entregada por Raymundo, uno de mis
sobrinos y en representación de todos mis hijos y
demás sobrinos y sobrinas y los hijos de éstos , en
un acto muy especial y con mucho cariño en un restaurante
de la playa de El Cuco ubicada en el Océano Pacifico en el
departamento de San Miguel, en la que dice : "Por todo su
empeño en mostrarnos parte de la vida, enseñarnos
sus conocimientos y los valores que son nuestro tesoro mas
preciado; por inculcarnos perseverancia y proponernos metas, las
cuales hemos alcanzado gracias a su esfuerzo y orientaciones,
para el camino de toda la vida ; que Dios los bendiga y gracias
por siempre : las personas que los amamos".Hijos: Sonia, Yanira y
Wilmer. Sobrinos: Milton, Juana y Raymundo, fecha: San Miguel,
diciembre 2007.

La satisfacción más grande de mi vida es
ver que estas generaciones van a vivir en mejores condiciones en
relación a nuestro pasado.

18 de mayo de 2008.

Anexos

Anexo número uno

Periodo
de 1970-2001

En la época de mi desempeño como Docente,
me vi involucrado en las siguientes circunstancias, hechos
pedagógicos y educativos como consecuencia de las
diferentes Reformas Educativas.

1968-1979

De 1967-1972 La relación entre los maestros y el
Estado era difícil.

Los maestro teníamos un bajo salario y una
ausencia de beneficios hospitalarios, sociales y
económicos; esto provocó que los maestros se
organizaran y se dé la primera huelga magisterial que
duró aproximadamente dos meses.

Y en 1971 se da el segundo paro laboral que duró
un mes entre junio y julio.

Desapareció el Plan Básico y
apareció el Tercer ciclo

Se aumentó un año al bachillerato y se
diversificó

Se creó la televisión educativa

Suspendieron todas las escuelas Normales del
país

Se creó la Ciudad Normal "Alberto
Masferrer"

1980

Aparecen las Subregionales con sus Directores de
Núcleos

1989-1990

A principios del año 1990 se incrementó el
analfabetismo.

Ampliación de la cobertura, mayor atención
a la Parvularia y Básica, con prioridad en el área
rural.

1990

Nace el Programa Educación con
participación de la comunidad (EDUCO)

1991

Nace el programa Solidificación del alcance de la
Educación Básica (SABE) esto permitió hacer
cambios curriculares, capacitar maestros en servicio, dotar de
libros de texto y atender necesidades de las
comunidades.

Se promueve la educación de adultos y la
Educación a distancia.

Amplían la
Capacitación de Formación Docente.

1994-1999

Consulta y elaboración del Plan Decenal de le
Reforma Educativa.

1995-2005

En 1998 se declaró el año de los valores,
cada maestro en las escuelas y en su salón de clases
facilitaba el desarrollo de este programa.

En el año de 1999 Se declaró el Año
de la Solidaridad, con el objetivo de ir solidarizando el valor
en las creencias, cada año se iría trabajando en un
valor

Se planifica en relación a los ejes: cobertura,
calidad, formación de valores, y modernización
institucional.

1995

Se aprueba la Ley de Educación
Superior.1996 Se aprueba la Ley de la Carrera
Docente y la Ley General de Educación.

1999-2001

Se crea la figura del Asesor Pedagógico Se crea el
sistema de Desarrollo Profesional Docente. Se da una
modernización de los Institutos Pedagógicos.

Creación de los centros de Recursos de
aprendizaje para educación Básica y
media

Hay una reforma de las Direcciones y departamentos del
Ministerio de Educación

Anexo número dos

Experiencias pedagógicas y
educativas

1970-2001

Durante este tiempo logré trabajar en todos los
niveles educativos; desde educación parvularia hasta
educación universitaria.

Trabajé en centros oficiales y privados, en el
área rural como en el urbano.

Algunas de las experiencias que recuerdo son:

Cuando laboré en educación Parvularia; me
tocó bailar, cantar y narrar cuentos a los niños;
entonces comprendí que el maestro tiene que ser artista en
cada clase que imparta para hacer mas fácil el
aprendizaje.

Por lo general en los primeros grados los alumnos son
numerosos y en los cantones no hay escuelas de Educación
Especial.

En una escuela Rural donde trabajé con primer
grado, asistían 60 alumnos, y dentro de ellos había
un alumno que necesitaba educación especial; tuve que
hacer un esfuerzo para darle educación personalizada a
éste alumno, sin descuidar a los demás estudiantes
Al ver el resultado positivo, me sentí realizado ya que lo
más grato para un Docente es saber que ha
enseñado.

Cuando había deserción de niños en
la escuela, llamaba a los padres de los alumnos y les
hacía ver su función como padre, como amigo y como
hermano que quiere lo mejor para su hijo o su familia y luego
procedía a visitar a los niños desertores para
ayudarles a resolver su problema.

Si la conducta de un alumno era negativa, yo no lo
reprochaba; al contrario lo llamaba y platicaba con él
haciéndole ver su error.

Cuando fui maestro de cuarto grado, un alumno hizo un
desorden en clase; todos los demás estudiantes esperaban
que lo castigara; sin embargo lo llamé y platiqué
con él para descubrir porqué se portaba en esa
forma y descubrí que el niño no había
desayunado y por eso causaba desorden; de inmediato le di un
abrazo y lo invité a la tienda escolar; desde ese momento
el alumno se portó bien en clase.

En mis clases a mis alumnos siempre les daba la parte
formativa primero y después la parte
instructiva.

Al entrar al salón de clases por lo general mis
alumnos ya estaban adentro y nos dábamos el saludo
correspondiente.

Comenzaba hablándoles de temas de moral,
urbanidad o cívica por lo menos 15 minutos y el resto de
tiempo lo dedicaba al tema de la asignatura
correspondiente.

Cuando un alumno daba quejas por algún motivo, yo
siempre lo escuchaba con atención, para que éste se
sintiera apoyado. Y después aplicaba la parte
correctiva.

Dando clase en sexto grado en la asignatura de estudios
sociales, estaba enseñando las capitales del mundo y sin
querer, cometí el error de escribir en la pizarra que la
capital de el salvador era San Salvador; pero cuando
escribí el salvador, un alumno me corrigió; y yo al
darme cuenta de mi error, inmediatamente pedí un aplauso
para el alumno y les dije que yo lo había hecho para Ver
si se estaban fijando en clase. Y que lo correcto era El
Salvador

Participé como facilitador en el programa SABE, y
en cierta ocasión me tocó explicar como modular la
voz con niños de preparatoria, por ejemplo para decir
puerta teníamos que decir peita. Para ello solicité
la colaboración de un niño de cinco años,
para hacer mas objetiva la clase.

En una escuela rural, teníamos que celebrar el
día del niño; no teníamos dinero para
invertirlo en la celebración; pero me reuní con los
padres de familia y a mí me tocó hacerla de payaso
para hacer reír a los niños.

En una escuela urbana donde trabajé,
habían alumnos que andaban en malos pasos:
prostitución, drogadicción, maras etc. Los
involucré en algunos proyectos de la escuela, les daba
charlas y algunas veces buscaba el auxilio de un profesional para
hacerles conciencia sobre el valor de la vida y el amor a los
demás.

Serví de consejero de padres de familia, alumnos
y compañeros maestros.

En una de las escuelas urbanas que trabajé estaba
matriculado un jefe de las maras en el último año
de bachillerato; lo llamé y platiqué con él
solicitándole que no me afectaran el centro educativo;
traté de investigar su origen y me di cuenta que el
estudiante carecía de amor, de estímulo, de
cariño porque sus padres no estaban con
él.

Levanté la autoestima del joven,
ofreciéndole una beca para que continuara sus estudios
universitarios; después de 5 años lo vi y
éste ya era profesional en la rama de
computación.

En la mayoría de las escuelas rurales donde yo
trabajé se carecía de medicinas para el
botiquín escolar y libros para la biblioteca; para
solventar este problema, solicité en nombre de la
comunidad educativa del cantón; medicina a las
droguerías, farmacias y hospitales ; y solicitamos libros
a las diferentes embajadas ,librerías y personas
altruistas ; luego nos llegaba la medicina y los libros a
través de la alcaldía del pueble , así
formamos el botiquín escolar y la biblioteca de la
escuela.

Por lo general en las escuelas rurales donde
laboré no había material didáctico, y me
tocaba elaborarlo de material desechable juntamente con mis
alumnos; ejemplos de éstos eran los franelógrafos,
mecheros, brújulas, lámparas etc.

Para concienciar a los padres de familia me valí
de la escuela de padres y madres. Reunía a los padres de
familia, investigaba la problemática que presentaba cada
uno de ellos y les dábamos solución en
conjunto.

Los técnicos del ministerio de educación
planificaban los programas educativos a nivel de escritorio; esto
casi nunca dio resultado positivo, porque ignoraban las
verdaderas necesidades de la comunidad.

En vista de eso, yo como maestro rural observaba las
necesidades de las familias en su hábitat y luego
planificaba de abajo hacia arriba hasta llegar a la
formulación de los objetivos que resolvieran los problemas
de la comunidad, sin perder el objetivo del programa. Los
resultados fueron positivos.

Siempre hice énfasis en la calidad de la
enseñanza y no en la cantidad de documentos que
pedía el ministerio de educación.

Cuando daba clases en el primer año de
bachillerato y demás grados superiores, casi siempre
iniciaba mis clases haciendo preguntas del tema anterior; de esa
manera hacia que los alumnos estudiaran diariamente.

En los grados superiores, casi siempre me gustaba
evaluar dejando un trabajo relacionado al tema, donde el
estudiante me mostraba su desempeño en las tareas
realizadas individualmente o en equipo.

"Perseverar es una cualidad humana que permite
mantenerse constante en la prosecución de lo comenzado, en
una actitud o en una opinión. La perseverancia se pone de
manifiesto frente a obstáculos y frustraciones en la
persecución de metas, y en la adhesión a principios
establecidos previamente.

La perseverancia es un valor también para
alcanzar lo que se desea a pesar de las cosas negativas que
puedan pasar, y es también muy importante al estudiante
que se enfrenta al conocimiento, pues el estudio siempre implica
paciencia y perseverancia para la consecución de los fines
propuestos. Por eso se dice que la perseverancia está en
la base de la fuerza de voluntad.

No por gusto en el folklore español existe un
adagio que dice "El que persevera, triunfa", indicando la
significación que tiene la perseverancia para obtener
aquello que se quiere.

Esta cualidad se puede educar en el niño desde
muy temprano, para ello, es necesario enseñarles la
disposición para vencer las dificultades y constancia para
cumplir las tareas propuestas. En este sentido se ha de realizar
un trabajo sistemático en todas las actividades en que el
niño participa, dándoles tareas que deba y pueda
vencer, cuidando no estén por encima de sus posibilidades
para evitar la frustración. Para ello se le
brindará la ayuda necesaria y se estimulará su
éxito, por pequeño que sea."

_____Asociación Mundial de
Educadores Infantiles___

Tomado de la página Web
http://www.webparalapaz.org/bloques/PDF/Perseverancia.pdf

Monografias.com

Dedicatoria

Dedico esta autobiografía a mi esposa Margarita,
quien me ha acompañado juntamente a mi familia, siendo un
ejemplo para nuestros hijos y demás familiares, los que
cariñosamente le llaman Maye. También se la brindo
a todos mis hijos e hijas, quienes han sabido aprovechar mi
esfuerzo y servirles de estímulo y ejemplo para
superarse.

A mis queridos nietos y nietas, que son para mí,
la esperanza, la alegría, el soporte para seguir
viviendo.

Asimismo se la ofrezco con amor especial a mis padres, a
mi hermano, hermanas, sobrinos, sobrinas y demás
familia.

 

 

Autor:

Francisco Antonio Ramírez

Partes: 1, 2
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